Cuando entre a la preparatoria tuve que escoger alguna actividad artística que impartía el buen Erasmo Castellanos (jaja o sea la prepa 2 de la UNAM) porque era requisito indispensable cursar alguna materia para desarrollar algunas habilidades por ahí “dormidas”. Así que al no poder evitar eso, tuve que investigar en menos de un par de días (ya que la dirección de la prepa no informaba muy bien a donde se tenían que dirigir los estudiantes nuevos y que requisitos hacer) y gracias a varios compañeros, que al igual que yo eran nuevos, fui al auditorio de la prepa para inscribirme en teatro.
Afortunadamente alcance lugar en dicha actividad, ya que era según algunos chismocillos de las más demandadas entre los alumnos de nuevo ingreso porque creían que alguien de Broadway vendría a seleccionar talentos y se los llevarían a los States jajaja. Y efectivamente en mi primera clase de teatro me encontré a muchos compañeros de mi generación que también escogieron teatro, entre ellos los que serían posteriormente mis dos mejores amigos de la prepa.
Recuerdo muy bien que todos nos concentrábamos en una sola zona del escenario y no queríamos movernos de ahí, lo que la profesora gritoneaba y maldecía diciéndonos “Carajo muchachos!!! Tienen muchísimo espacio, MUEVANSEE!!, y sólo de esta manera salíamos del letargo en el que parecíamos estar jajaja. Tenía dos clases por semana y la cosa iba mejorando, aprendía cada vez más sobre los viejos trucos del teatro como la proyección de la voz, el movimiento del cuerpo, relajación, concentración, dominar y utilizar todo el espacio disponible del escenario entre otras cosas.
La preparación para la primer presentación frente al público fue algo intensa, porque la profesora era muy perfeccionista y la mujer creía que íbamos a presentarnos en el Music Hall de New York o algo así, jaja porque era la gritadera total un par de días antes porque varios aún no se aprendían su papel. He de mencionar que uno de los que más sufrió fue mi mejor amigo –que dicho sea de paso se llama Gabriel- ya que a veces ni se le oía lo que hablaba a tan sólo 5 metros de distancia jaja o no recordaba sus líneas.
El primer papel que me tocó interpretar fue el de un mesero vulgar jajaja, bueno tal vez yo le dí esa connotación pero fue muy divertido, ya que mientras tomaba la orden de los comensales mascaba chicle y se lo sacaba de la boca o se rascaba la cabeza o simplemente se sacaba alguno que otro moquillo jaja, lo que hacía que el cliente reaccionara molesto y se suscitaba una serie de hechos bastante graciosos.
Esta etapa de mi vida como actor teatral profesional jaja duró los dos años en que se impartía éste curso, la verdad lo disfruté mucho porque me hizo ser más extrovertido, desarrollar un poco más mi imaginación y sobre todo despertó mi gusto oculto por el teatro. Tiempo después de mi primer presentación exitosa jajaja tuve varios papelitos más durante los cursos, haciendo la típica pastorela, además interpreté a un niño más adelante, el cual representó todo un reto para mí porque tenía que proyectar hacia el público que se trataba de un infante y no simplemente correr como chivo loco por todo el escenario ( presentación para la cual de verdad trabajamos mucho mis compañeros y yo, lo que la profesora nunca reconoció y el día de la presentación no asistió porque creyó que sería un desastre).
Si tuviera la posibilidad de escoger una carrera más, definitivamente escogería teatro y aunque sé que tiene sus grandes retos como todas las demás, es algo que intentaría hacer, porque puedes darle vida a muchos personajes que pueden ser totalmente ajenos a ti o tal vez algo parecidos pero puedes complementarlos con alguna idea pacheca que se te ocurra; se abre la oportunidad de ser alguien más por un rato, exploras, experimentas y creas nuevas vivencias o hechos lo que puede alimentar tu vida “real”.
Bien se dice que para los griegos el teatro era muy significativo, ya que ellos creían que la personalidad era precisamente eso, ponerte una serie de máscaras ante la gente (no se referían a ser hipócritas necesariamente) ya que es una manera de actuar en la vida “real”. En un futuro si tengo nuevamente la oportunidad de sumarme a alguna obra teatral no duden que lo haré jaja tal vez me han por ahí triunfando y viajando por el mundo jajaja.
Por cierto, todas éstas vivencias me llevaron a poner en escena mi súper cuento de la tesis jajajaja, y de verdad me gustó y me divertí tanto escribiéndolo como haciéndolo. Pronto se inicia la gira por el resto del DF (en todas las facultades de CU y el resto de la República jajaja).
2 comentarios:
Jaja pues hiciste muy bien lo de la tesis en escena ya vez hasta te ganaste el premio en la categoría de mejor actuación! FELICIDADES HONEY
Si es chido el hecho de ser una y a la vez muchas personas, el alguna ocasión pasó por mi mente tomar clases de teatro justamente para perderle el pánico al escenario jaja.
Por qué no entras a las clases de teatro que se dan en la UNAM? EL CURSO DE TEATRO EN LA FACULTAD ES GRATUITO.
Que curioso jorgito, yo también hice teatro mucho tiempo , hasta tengo mis buenos reconocimientos. También hubiera estudiado teatro, pero esa es otra historia. El teatro te libera y te permite vivir vidas ajenas, creo que es la única forma legítima de mentir.
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